JULIO VARGAS C.
HUANUCO | El desparpajo de siempre. La mayoría que sueña conquistar el poder en las elecciones del próximo 3 de octubre, esperó el último momento para presentar la solicitud de inscripción ante el Jurado Electoral Especial; pero ¿qué esperar en el "país de las maravillas" donde no faltan los aventureros políticos movilizándose a la hora undécima para completar la lista de regidores?
A propósito, ¿los planes de gobierno estarán bien sustentados? Es la pregunta, porque se requiere documentos profesionalmente redactados, que no admitan dudas y sean realistas; con propuestas concretas sobre aspectos relevantes para que el ciudadano las analice, las confronte y finalmente decida por quién votar.
Por ello, los especialistas recomiendan diez criterios muy puntuales: a) seguridad ciudadana b) trasportes y vías c) limpieza, áreas verdes y medio ambiente d) salud y nutrición infantil, e) agua, desagüe y luz, f) educación, cultura y deporte, g) tutela de derechos de grupos vulnerables, h) promoción de la actividad económica, i) tributación local, y j) mejoras en la atención al público.
Sin embargo y con razón se dice: "el papel aguanta todo", entonces la otra inquietud es ¿hasta cuándo tolerar a los "vendedores de sebo de culebra" que incumplen con sus ofertas electorales? Lamentablemente, ello no es causal vinculante para una inmediata revocatoria. Si el gobernante es incompetente y falaz, ¡a soportar! porque para una expulsión el trámite es engorroso.
Lo saben bien los candidatos y la demagogia no es novedad, es un repudiable hábito en la política; por eso los aspirantes se llenan la boca con promesas, convencidos que en las grandes ciudades el trámite para una revocatoria es una verdadera odisea, obliga reunir el 25% de firmas de los votantes. A esto, se suma la débil cultura política y el escaso interés de los electores.
Tal como lo puntualiza Marco Tulio Gutiérrez, la traba es la ausencia normativa o la falta de una ley que posibilite con realismo el proceso, que siendo además un derecho ciudadano, debe sancionar drásticamente a los irresponsables que ofrecen el "oro y el moro" con la única consigna de engatusar a los ciudadanos.
En este contexto, es urgente y necesario el deslinde, basta de improvisación y engaño; la opinión pública exige programas coherentes y culminados para solucionar los serios problemas locales y regionales; a la vez, una campaña decente con debates civilizados que permitan a la colectividad tomar la opción más sensata. Eso de "llorar sobre la leche derramada" debe terminar.
Fuente: Diario Correo
ya es costumbre de estos aventureros engañar al pueblo con sus palabrerias no creo que cumplan los 10 criterios recomendados asi no haya areas verdes deben priorizar la educacion y cultura, la niñes y juventud
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