HUANUCO | Aparte de lo que sucedió en la época del terrorismo, como el caso del alcalde de Amarilis, Julio Armando Ruíz Vásquez, y otros tantos dirigentes y líderes sociales. En estos últimos años, Huánuco, de vez en vez se ve conmocionado por la inesperada muerte de políticos, algunos, en efecto, por manos ajenas.
Recuerdo, por ejemplo, un hecho similar al de Violeta Garay Valdez, registrado en 1999, cuando el acalde de Margos, Reynaldo Esquivel Espinoza, pereció en un aparente accidente de tránsito junto a dos de sus asesores luego que el automóvil en el que viajaban se despistó y cayó a un abismo en la carretera a ese distrito. En este caso, los familiares denunciaron que se trataba de un crimen, incluso hubo sindicaciones y a partir de allí detenciones y un proceso judicial que no se en que quedó, pero que se haya esclarecido a plenitud las causas de ese hecho, nada.
Posteriormente, en el 2005, la primera regidora de Amarilis, Silvia Trujillo Rubín, se salvó de milagro en un ataque a balazos, se recuperó de las graves lesiones, pero de los responsables nunca se sabrá debido a que las investigaciones quedaron en el olvido. Unas semanas después de ese atentado, el 24 de febrero 2005, el alcalde de ese mismo distrito, César Martínez Leiva, fue victimado de dos disparos, han pasado más de cinco años desde esa muerte pero las autoridades no logran esclarecer lo sucedido, hay algunos procesados en un eterno juicio, pero es seguro que tampoco se conocerán ni los motivos, ni quiénes son los autores de ese condenable acontecimiento.
El 20 de enero 2009, asesinaron de balazos al alcalde provincial de Huamalies, Eduardo Quino Herrera; las débiles investigaciones policiales y judiciales se quedaron con la acusación al regidor Alfredo Espinoza Fonseca, como presunto autor intelectual, quien se declara inocente debido a que no hay pruebas que lo condenen y ya salió del penal por exceso de detención.
Igualmente, el 10 de abril del año pasado, el ex burgomaestre de Yarowilca, Abel Soto Ponciano, recibió 15 balazos en la puerta de su casa, su muerte tampoco se logra esclarecer hasta el momento, hay detenidos, pero nada concreto en las investigaciones.
Todos esos hechos, que dejaron heridas, viudas, huérfanos e injusticias, conmovieron a la población huanuqueña, como sucede con la muerte de la candidata Garay Valdez, su esposo, su hermana y un agente de seguridad, quienes perecieron la tarde del domingo en un fatal accidente, cuyas causas deben ser investigadas y aclaradas a plenitud por las autoridades en el más breve plazo posible, porque así lo exigen sus seres queridos, sus amistades y seguidores; para saber es lo que realmente pasó.
Fuente: Diario Correo
Recuerdo, por ejemplo, un hecho similar al de Violeta Garay Valdez, registrado en 1999, cuando el acalde de Margos, Reynaldo Esquivel Espinoza, pereció en un aparente accidente de tránsito junto a dos de sus asesores luego que el automóvil en el que viajaban se despistó y cayó a un abismo en la carretera a ese distrito. En este caso, los familiares denunciaron que se trataba de un crimen, incluso hubo sindicaciones y a partir de allí detenciones y un proceso judicial que no se en que quedó, pero que se haya esclarecido a plenitud las causas de ese hecho, nada.
Posteriormente, en el 2005, la primera regidora de Amarilis, Silvia Trujillo Rubín, se salvó de milagro en un ataque a balazos, se recuperó de las graves lesiones, pero de los responsables nunca se sabrá debido a que las investigaciones quedaron en el olvido. Unas semanas después de ese atentado, el 24 de febrero 2005, el alcalde de ese mismo distrito, César Martínez Leiva, fue victimado de dos disparos, han pasado más de cinco años desde esa muerte pero las autoridades no logran esclarecer lo sucedido, hay algunos procesados en un eterno juicio, pero es seguro que tampoco se conocerán ni los motivos, ni quiénes son los autores de ese condenable acontecimiento.
El 20 de enero 2009, asesinaron de balazos al alcalde provincial de Huamalies, Eduardo Quino Herrera; las débiles investigaciones policiales y judiciales se quedaron con la acusación al regidor Alfredo Espinoza Fonseca, como presunto autor intelectual, quien se declara inocente debido a que no hay pruebas que lo condenen y ya salió del penal por exceso de detención.
Igualmente, el 10 de abril del año pasado, el ex burgomaestre de Yarowilca, Abel Soto Ponciano, recibió 15 balazos en la puerta de su casa, su muerte tampoco se logra esclarecer hasta el momento, hay detenidos, pero nada concreto en las investigaciones.
Todos esos hechos, que dejaron heridas, viudas, huérfanos e injusticias, conmovieron a la población huanuqueña, como sucede con la muerte de la candidata Garay Valdez, su esposo, su hermana y un agente de seguridad, quienes perecieron la tarde del domingo en un fatal accidente, cuyas causas deben ser investigadas y aclaradas a plenitud por las autoridades en el más breve plazo posible, porque así lo exigen sus seres queridos, sus amistades y seguidores; para saber es lo que realmente pasó.
El diario me da entender que todo se quedara en el olvido tal vez los otros pero el caso del profe jamás correrá la sangre si no sancionan al verdadero culpable Asésesenos del pueblo ahora se santifican veremos después cundo se arrastre como un perro moribundo el clamor de la gente que le apreciaba jamás quedara en el olvido ,a cual pueblo llama que le recibió con brazos abiertos a sus familiares a sus allegados los que compartía todo el robo que Asia eso no es pueblo llata es grandeeeeeeeee no un barrio llegaras de nuevo a podrirte en la cárcel criminal lo que has hecho por ganarte el cargo no tiene perdón se te olvido cuando lo llamaste a lila por su celu ella jugaba vóley, para preguntar con quienes viajaba el profe y ese rato tu estabas pactando en Huánuco con beche che, la muerte del profe eres un cobarde maricon ¡asesino ,asesino,asesino ,asesinoasesino asesino asesino asesino,asesino asesino cuando un sute pista muere nunca muere entiéndelo ¡
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